El oso frontino es tímido y vive lejos de pueblos y ciudades. Sabemos poco de su historia natural porque no se deja ver con facilidad. Su distribución comprende las zonas montañosas andinas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia; aunque existen algunos reportes aislados de su presencia en el sudeste de Panamá (frontera con Colombia) y el norte de Argentina (frontera con Bolivia). Dentro de esta amplia área geográfica, el oso ocupa una gran diversidad de hábitat en pisos altitudinales que van desde los 250 hasta un poco más de los 4 000 metros sobre el nivel del mar (msnm). En Venezuela habita al occidente del país, en las montañas de los estados Lara, Portuguesa, Trujillo, Mérida, Barinas, Táchira, Apure y Zulia, en un intervalo altitudinal que va desde los 400 a los 4 300 msnm. El oso frontino es uno de los animales más importantes, genuinos y amenazados de la cordillera andina, región muy rica en diversidad biológica y cultural. De allí su importancia ...
La vida privada del oso frontino está envuelta de misterio. Es una criatura sigilosa que evita al máximo el contacto con los humanos. Su presencia fantasmal pasa casi desapercibida en los bosques nublados y páramos que constituyen su hogar natural en los Andes Venezolanos. Por esta razón, en lugar de plantearse la observación directa del oso, los científicos usualmente deben invertir largas faenas recorriendo las montañas en la búsqueda de rastros. La identificación de señales de actividad ha servido para conocer la historia natural del oso, pero desde hace pocas décadas unos dispositivos tecnológicos están ayudando a conocer mejor algunos secretos del gran plantígrado. Nos referimos a las cámaras fotográficas de activación automática (llamadas cámaras-trampa), las cuales actúan como vigilantes, registrando todo el tiempo en fotos y vídeos las características y comportamientos de los osos presentes en un área. Haz clic sobre la imagen que quieras ver...